En el fondo del pasillo hay un retrato en sepia. Es la figura vieja de un desconocido. En la oscuridad suele moverse lo mismo que si hablara con la noche.
No hay soledad más romántica que la de los cuadros poco vistos. Porque se han acostumbrado a buscar amigos en los extraños.
De esos cuadros saldrán los personajes y de los personajes sus espectadores, que al volver a sus querencias serán los cuadros vistos por extraños, que regresando....Saludos.
ResponderEliminarEra un cuadro al que nadie miraba nunca. Un día, hastiado de ser ignorado, se suicidó. Y se transformó en espejo.
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