sábado, 22 de octubre de 2011

Compras

La muñeca lo mira desde la repisa con ojos desvaídos. Parece estudiardo: qué hace, cómo se mueve en la penumbra, qué decide así de rápido igual que todo en su vida.

La compró en una casa de viejo, en Europa y la sentó entre sus libros y recuerdos. Le dejó el quimono rosa y las flores de durazno bordadas sobre el quitasol prudentemente cerrado en los pliegues del vestido. Le tuvo lástima, la intuyó perdida entre otras muñecas hermosas que se volvían, una a una, hacia el turista buscador de tesoros baratos, para seducirlo con sus muecas de porcelana.

Se felicitó varias veces por su compra.

Lo ve ordenar los papeles para un nuevo día. Parece observarla mientras se arregla el traje de sarga azul y el sombrero de cinta rasada.

Lo compró una tarde en París, desde la vidriera de una calle desordenada donde la gente pasa sin tiempo para delicadezas de celuloide. Lo eligió entre otros compradores por su porte solitario, por su abandono. Se dijo:”me llevará donde sea, me pondrá en su casa, me deseará cada mañana, con un gesto que se irá haciendo familiar, que tenga buen día, que sea feliz en mi estante, que nadie puede separarnos”.

Se felicitó varias veces por su compra.

3 comentarios:

  1. ¿Qué sueño esconde la muñeca tras sus vítreos ojos? Nadja recuerda a la niña que le quitaba los ojos a la muñeca para poder ver como ella

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  2. Muñecas que ven como humanos los ojos de las muñecas...gracias

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  3. Me gustó mucho esta doble subjetiva como en un espejo. Felicitaciones!

    Saludos!!

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