En la casa hay una luz tenue. Por un momento se reconoce cierta animación: un postigo abierto, un piso que cruje, el filo de la luz saliendo por las persianas. Después como llegó, se retira la vida, vuelve a desplomarse el silencio sobre la fachada oscura y los muros.
Y los dos jóvenes que se refugiaron allí para hacer el amor, vuelven a la moto y se pierden en la noche.
Muy bello estilo, una síntesis que no le falta nada. Quizá un contrapunto entre el silencio de la casa y los gemidos atenuados por la sordina del pudor... Saludos.
ResponderEliminarMuy sutil!
ResponderEliminarAbrazo!
PD. Cada tanto hay que cambiar de color.