jueves, 16 de diciembre de 2010

Dibujo


Ella dibuja barcos en el papel de su escritorio. Les pone velas rojas y los enfrenta a un mar sereno. Al inclinar la cabeza sobre la lámina, su pelo se pierde en el agua, entre mástiles y poleas. Y ya navega lápices y restos de tinta. Un día cualquiera; un océano sin sol. Está en el silencio de su dibujo y es parte de la brisa, del aire recobrado.
Cuando siente el llamado de su madre a comer, se friega los ojos y mira lo que ha hecho. Después se seca la espuma de la frente con la punta salada de los dedos.

2 comentarios:

  1. Todo es real cuando somos niños.
    Muy bueno!!!
    Saludos!

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  2. me ha gustado mucho! Es muy así la mágica realidad de la infancia. Saludos.

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